La Fundación Fernando Pombo traslada a la Clínica los casos pro bono que le plantean sus beneficiarios. Los casos siempre tienen un interés social. Sin embargo, los conocimientos que adquiere el alumno al resolverlos serán también aplicables al ámbito empresarial.

Una vez que entra el caso en la Clínica, se trabaja por pequeños grupos de estudiantes (entre 3 o 4 alumnos, normalmente). Cada grupo está formado por los estudiantes y por un profesor clínico, abogado experto en la materia, que orienta su trabajo.

Al final del trabajo los alumnos proponen a la Fundación una solución del caso, quien se la hace llegar a la organización que formuló la consulta.